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Articulación Literaria

El espacio de Articulación Literaria, es una propuesta que vino de dar continuidad a un artículo de dos o tres páginas en el 2021, que tuvimos el gusto de compartirlo en contexto de Reunión de integración de los múltiples Grupos de Estudio y Creación Artística (GECA) en ese entonces, siendo la primera y hasta ahora única ocasión en la que ha sido compartido con más personas, hasta la decisión de generar este espacio especial de la Página web en el que tenemos el privilegio de compartirlo para todo quien desee recorrerlo.

No cesar de escribirlo ha sido un enorme reto y decisión y más aún hacerlo crecer hasta el punto de lograr múltiples concreciones. Para ello, primero se tomó como pretexto dar continuidad a la actividad que tenía por objeto de estudio del lugar y las implicaciones de la palabra en el Arte, especialmente en la Literatura considerando cuestiones tales como el diferencial artículo del psicoanalista francés Jaques Lacan, "La instancia de la Letra en el inconsciente o la razón desde Freud". Finalmente, generamos un lugar propio para esta propuesta integrándola en el GECA Arte Violeta Tornasol bajo un nuevo propósito y nombre.

En tanto que lo que estamos creando son Artículos acerca de la diferencial propuesta de tomar la Literatura, en sus implicaciones más profundas e iluminada por concepciones Paradigmáticas Originarias  como Camino, decidimos nombrarla "Articulación Literaria".

La propuesta conecta con uno de los temas más reveladores que Enseña el Psicoanálisis, aunque no solamente, al respecto de la consideración de los mitos, de la palabra, en tanto significante y significado, de las letras, y su incidencia en la vida humana. Hicimos la apuesta de que la Literatura es una Puerta a lo Oculto en uno mismo y en la realidad y nos llevamos a estudiar a Freud, a Lacan, desde lo que recorremos con Jose Luis Parise, para hacer de ello una articulación propia que nos permita tomar la Literatura directamente como un camino espiritual del cual conseguir herramientas para la creación de Realidad Propia, bajo un compromiso de entrenamiento y aplicación de las mismas en el día a día y, también, en nuestras Creaciones Artísticas.

Además, los volúmenes I y II de "Arte y Kamino", títulos de los artículos ya concretados, y de los que vienen a continuación, quieren ser un puente entre la literatura, la palabra e incluso el nivel inédito de la categoría llamada "Etimología Musical", concepto acuñado por The ARTKHA. Literatura y música se cruzan en un lugar llamado el Lenguaje Universal, y es este nexo el centro del interés de nuestra investigación, por lo que nos dirigimos a realizar este empalme gracias al cual acercar la comprensión del singular uso de las Notas Musicales que realizamos en The ARTKHA y su vinculación con la literatura, para generar una de las Obras teóricas con implicación y aplicación práctica tal vez más profundas y diferenciales que sobre estos temas que se haya articulado en toda la historia de la humanidad hasta donde tenemos información.

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Por lo tanto, y en línea con esta introducción, tenemos el gusto de compartir aquí precisamente la Introducción de nuestro PRIMER ARTÍCULO ESCRITO A PROPÓPOSITO DE ESTE VALIOSO TEMA en Nuestro Recorrido, ya que hasta ahora hemos dedicado enorme cantidad de horas al tema pero nunca lo habíamos plasmado por esta vía.

Arte y Kamino

 

La decisión de conectar con la Literatura

muchas veces llega sin ser advertida,

y en eso inesperado el encuentro sorpresivo se produce,

sin explicaciones ni definiciones,

solamente cuál puerta que se abre ante nosotros,

y, ¿por qué no? en nosotros,

para presentarnos un Universo.

Aquí, de esa conexión

decidimos escribir nuevas páginas... 

 

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Introducción

 

Todo objeto de conocimiento precisa ser definido para abordarlo, y por ello, en esta introducción, haremos un análisis de algunas definiciones acerca de la Literatura. 

 

¿Qué es la Literatura? 

 

Abriendo las páginas de los diccionarios y los libros sobre la Literatura encontramos más preguntas que respuestas definitivas. Haremos una ruta por algunas de las que hemos hallado. 

 

Consideremos, por ejemplo, la que ofrece la R.A.E.: “la literatura es el arte de la expresión verbal”. Dicha definición es extremadamente amplia y poco específico porque en ella entra cualquier tipo de expresión verbal, como por ejemplo un noticiero, a lo que algunos objetarían que no es literatura, argumentando, por ejemplo, que no lo es por que carece del factor artístico de la Literatura: el uso particular del lenguaje. Ciertamente, en tanto que arte de la expresión verbal, se le atribuye a la Literatura perseguir la belleza y la reflexión sobre sí mismo, a través del empleo de tropos, figuras retóricas, el ritmo y la rima, diferenciándose del uso ordinario o cotidiano. Por otro lado, cabe la pregunta ¿Acaso en lo cotidiano no hacemos uso de dichos recursos al expresarnos verbalmente? 

 

El árbol amplio, abierto y exuberante al respecto de lo que hoy llamamos literatura, encuentra sus raíces en Aristóteles. Él se ocupó de diferenciar las múltiples formas del arte basándose en los medios empleados por cada una de ellas. Habló de un arte que imita (mímesis) la realidad a través del lenguaje. Las categorías de diferenciación que formuló al respecto de este arte fueron: la narrativa (épica), la lírica, la dramática, la didáctica y la poética, que se pueden seguir hallando en cierto nivel en lo que en el Siglo de Oro Español, al hablar de poesía, se nombraba en tres tipos: la lírica, la épica y la dramática. 

 

Fue solo a partir del siglo XVIII que se comenzó a hablar de la literatura como un conjunto de actividades que utilizaban la escritura como medio de expresión. Definición, de nuevo, poco exacta, pues cuantas actividades utilizan la escritura como medio de expresión y no necesariamente se diría de ellas que son literatura o, por el otro lado, se presentan también como literatura aún pretendiendo diferenciarse de lo que en algunos ámbitos se suele entender por literatura, sobre todo en sus factores diferenciales de incluir elementos imaginativos, como en el caso de la literatura científica. 

 

La aproximación más “objetiva” y concreta encontrada de las acepciones de literatura no va más allá de una cuestión taxonómica: el conjunto de cualquier producción escrita u oral de una nación, época o género. Según la indagación que hemos realizado, se trata de un concepto que ha variado en el tiempo y que está impregnado de subjetividad. Todo eso es entendible si consideramos que nos enfrentamos a la pregunta de qué se considera obra literaria o no. Como único criterio normativo que ha perdurado en el tiempo, se dice que debe tener un valor estético o intelectual. Nadie niega que hoy en día ese deber no pasa de una sugerencia. 

 

A su vez esto indica que no son un buen lugar de apoyo los gustos y consideraciones de cada época y cultura a la hora de encontrar una definición de la literatura. Pero por otra parte ¿es posible escindirla de quienes la definen? La historia de la literatura, demuestra que no. 

 

La Literatura también es un campo de estudio en sí mismo; la Historia de la Literatura, la teoría literaria, la crítica literaria y la filología, tienen la Literatura como su objeto de estudio. Según la Teoría Literaria, algunos teóricos y estudiosos de la literatura contemporáneos creen que la "literatura" no puede definirse o que puede referirse a cualquier uso del lenguaje, y que, de quienes intentan generar teorías al respecto, algunos reconocen que estos textos no tienen un significado singular y fijo que se considere "correcto", por lo tanto, no hay una definición concluyente respecto de literatura. Por ejemplo, Roland Barthes, crítico de la Literatura define en 1978 la literatura como “no un cuerpo o una serie de obras, ni incluso un sector de comercio o de enseñanza, sino la gráfica compleja de las trazas (los trazos) de una práctica: la práctica de escribir" (2002: 453). 


 

Llegamos, pues, a ciertas conclusiones, en primer lugar: el hecho de que no se pueda definir la literatura sin hacer alusión al factor subjetivo inherente a la misma, y en segundo lugar, que las definiciones aquí ubicadas abren la puerta a considerar que toda expresión artística verbal, oral o escrita es literatura. 

 

Reconociendo entonces al sujeto en su lugar de eje central del asunto, y apostando por ello en este abordaje del tema que proponemos realizar, bien vale consultar también a autores relevantes para que nos aporten luz al respecto. Elegimos a Borges, escritor argentino reconocido por su estilo literario único y su profundo conocimiento de la Literatura Universal. J.L. Borges concibió la Literatura como una herramienta con la que explorar conceptos filosóficos y metafísicos, y cuestionar la naturaleza de la realidad y la percepción humana. 

 

Según Valeria Agis, “Borges entendió la literatura como un espacio lleno de vida, un ámbito donde se reflejan las mismas pasiones, los mismos deseos, las mismas aventuras que en la realidad. (...) Para él, la literatura era una aventura apasionante, y lo contagia.” En palabras directas del mismísimo Borges, en su ensayo “Nota sobre (hacia) Bernard Shaw” nos dice que “un libro (representante por excelencia de la Literatura) es más que una estructura verbal, o que una serie de estructuras verbales; es el diálogo que entabla con su lector y la entonación que impone a su voz y las cambiantes y durables imágenes que deja en su memoria. Ese diálogo es infinito.” de lo cual extraemos que es posible conversar con la Literatura a través de la Lectura. 

 

En la decisión acerca de qué hablamos en nuestro artículo cuando hablamos de Literatura, el diálogo y la lectura tienen un papel principal, ya que, leyendo entre líneas un otro sentido de lo ubicado en la definición académica, encontraremos, en la imprecisa definición de la literatura, la definición extremadamente precisa y puerta de entrada al Artículo que el Lector se Aventura a Leer. Concretamente, de todas las definiciones expuestas, la que vamos a usar de base en nuestro recorrido para definir la Literatura, osea, nuestro objeto de estudio, es la siguiente: ”La Literatura es un campo de estudio en sí mismo”. 

 

Si hablar de Literatura es terreno del Sujeto, y toda expresión verbal es Literatura (como por ejemplo, el pensamiento, el habla, cualquier mensaje…) se presenta con total transparencia la Literatura como campo de estudio en Sí Mismo. Apelamos a leer, simultáneamente, en diferentes sentidos, lo que decimos. 

 

Esta apelación al lector tanto como al que escribe no es nueva en la Literatura. La interlocución entre el autor y la obra la encontramos por ejemplo en Niebla, de Unamuno, obra en la que personaje principal, Augusto, habla con el autor de la “Nivola”, es decir, Unamuno, en busca de orientación. Unamuno le dice a Augusto que las decisiones de Augusto dependen de Unamuno, que solo Unamuno tiene poder de decidir sobre la vida de Augusto. A lo cual Augusto le responde tratando de convencerlo de que Unamuno es obra de Dios, ¿Cuál es el personaje, cuál es el autor? 

 

Nos hemos extendido en el comentario sobre Niebla porque los planteos y desarrollos existencialistas que Miguel de Unamuno en Acto Creativo realiza en su obra están en sintonía con el estilo y la línea investigativa y creativa que el lector va a encontrar en el artículo. Queremos traer a la mente todas esas obras literarias, como la de Pessoa, reconocido ocultista y poeta portugués, las de Kafka o Peer Gynt, que nos llevan al interior de lo que está ocurriendo en lo que está ocurriendo tanto por el lado del lector, como del autor y de los personajes, abriendo interrogantes existenciales. 

 

Así mismo, la apelación a Quien Lee la obra la encontramos subrepticiamente en el Bagavagad Gita, Texto Sagrado cuyo discurso es esotérico, y como tal, depende de si hay Alguien ahí que lo está leyendo. Invitamos a ese Alguien a Leerse en la Literatura “como campo de estudio en Sí mismo”, que será Lector con mayúsculas y no simplemente aquel que pasa los ojos por las líneas llenas de letras tal cual un lector de código de barras, tratando de, con saberes, rellenar el vacío de sentido que a propósito queremos crear para dar a Luz la Literatura como Camino de Conocimiento de Si Mismo. 

 

Hasta la fecha, aunque numerosos autores han hecho de la obra Literaria un campo de creación de sí mismos, y numerosas corrientes han explorado los sentidos existenciales a través de la creación artística y de múltiples técnicas, como la escritura automática; así como las religiones han hecho de la lectura de los Textos Sagrados, muchos de ellos considerados como Alguien, como Maestros (tal es el caso de los Sikh), o de la repetición de mantras, parte de su práctica espiritual, no conocemos otro que haya tomado la misma decisión que nosotros al respecto de Fundar y Recorrer la Literatura como camino Espiritual, y no meramente como parte. 

 

Lo sustentamos en que, efectivamente, como dice Borges, estamos ante un diálogo infinito entre el libro y el lector, en el cual la Literatura nos interpele, nos sorprende, a través de lecturas implicativas e identificatorias. En ella seremos interrogados incluso en el caso de que nos creamos que somos el autor, y que por tanto, se revela como campo de Estudio en Sí Mismo y herramienta con la cual entrar en terrenos trascendentes y explorar la percepción humana. 

 

Así que, tomando la ruta que recién nombramos, con la decisión de escuchar hablar a la Literatura misma, abrimos este recorrido que estamos introduciendo con la siguiente pregunta que nos importa mucho formular y recorrer. 

 

¿Qué pasaría si para encontrar una respuesta al respecto de quien escribe la Literatura le preguntamos a la Literatura tomándola como un Alguien? Nuestro Artículo es una Respuesta a esa pregunta.

Nota:
La continuación de lo que aquí tenemos el gusto de presentar estará próximamente disponible por la vía que más adelante anunciaremos aquí, para ser enviada a quién tenga interés de recibirla y desee continuar avanzando en esta Oportunidad.

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